... o un afterhours como otro cualquiera, la Biblioteca de la UAL se ha convertido en otra cafetería mas, donde se puede hacer de todo salvo estudiar tal vez, desfiles de modelos, conversaciones interminables, unos no estudian porque no quieren, otros por que no les dejan, ese es el pan nuestro de cada día, esto hace que en época de exámenes cuando hablas con la gente sobre donde se meten ahora que no les ves por la Biblioteca cuando vas te hablen de salas ocultas que tienen los siempre entrañables nombres de la nevera o la cueva.
Y es que es normal, ahora que se cortan las clases hay que lucirse en algún lugar donde sepas que están todos, y ese es la Biblioteca, pero hay que llegar temprano para pillar sitio, así que te pegas el madrugon para estar allí para a las 9 tener un buen sitio que si no no te concentras bien, e irte a desayunar, que como mínimo exigido sera hasta las 10 u 11 si se alarga la coña, total que te dispones a estudiar y entonces te das cuenta que el mp3 se ha quedado en casa, esto es fatídico en algunos casos, mas que nada para cuando el séptimo de caballería (algunos también las llaman golfas) empiecen a desplegarse en viajes comunales a los servicios, con el sonido rítmico de los tacones (si, para estudiar agusto nada mejor que unos zapatos de tacón con el conjunto del día a juego) y entonces es cuando te preguntas si no habrás terminado por un desvío del camino en la Pasarela Cibeles, pero no, hay estas tu con tus apuntes evitando el contacto visual con el resto de cosas.
Y es que en resumen, es jodido no tener un habito de estudio en casa, pero aun mas pasarte el día en la Biblioteca sintiendo que el mundo seria mas feliz con la eutanasia preventiva.
